que broten palabras
en forma de roces
de miradas clandestinas
de manos que tiemblan
que cada palabra se vuelva boca
y pronuncie sonrisas
y diga y escuche besos a granel
que los cuerpos se vuelvan puntos seguidos
o tildes o acentos agúdos
o todo menos puntos aparte
y que los abrazos se repitan
y encierren entre paréntesis
cuanta palabra se les cruce en el camino
que no tenga preferencia por alfabeto alguno
que no excluya nunca ninguna letra o palabra
por ser roja, amarilla, negra,
subversiva, perversa o altanera
que las dos manos escriban
cuentos e historias de derecha y de izquierda
y que los sueños no reparen en géneros
(si es el o ella quien sueña, que mas dá,
somos todos quienes lo hacemos)
que mis ojos aprendan a leer lo que me va contando la vida misma
sin miedo o pereza por repasar una y otra vez
no importa que tenga que darle vuelta a la hoja
o saltarme una que otra página
o parar para respirar un poco
descansar la mirada
y volver a leer
y que cada capitulo empiece y termine siempre
en puntos suspensivos...
los del latido del corazón