Es necesario sentir, palpar, vivir el Amor!!! Y ya no solo dar, sino gozar al recibir, de ese Amor, de la ternura, la magia, las palabras que hacen soñar, los actos que nos sonrojan, los deseos que revuelven el estómago y dan alas, las mariposas que desde hace rato no revolotean cerca. Hace falta hacerlo explícito, aunque se sepa que está ahí, cerca. Es necesario compartirlo, desnudarlo, confrontarlo, arriesgarse a disfrutarlo, e incluso a perderlo en un instante. Pero definitivamente es prioritario vivirlo, gritarlo, sentirlo, sudarlo, olerlo, comérselo a pedazos o de un solo bocado, retorcerse entre sus pieles, reír a carcajadas con sus juegos, y volver a llorarlo, y temer de nuevo encontrarlo, por el temor de volver a perderlo.

Es necesario, se hace vital vivir de nuevo el Amor, no ya para poseerlo, no para tratar de dominarlo, someterlo, controlarlo y conocerlo en su totalidad, sino por el contrario, para disfrutar de su incertidumbre, de su impermanencia, de su pequeña estadía, de su corta pero dulce presencia, de esa eternidad que se convierte en instantes, de esa verdad que no existe más que en nosotros mismos, de esa realidad de la que nos cuesta trabajo despertar, del sueño eternamente inconcluso, de ese gusto de sentirse vivo, pleno, eufórico, en la mágica agonía de lo que llamamos Amor.